Cuando se trata de cómo perdí peso -y me mantuve en forma- hay un poco de mala idea.
Si me dieran un euro por cada vez que alguien me ha dicho algo parecido a «ojalá tuviera tu fuerza de voluntad» o «¿cómo te mantienes tan disciplinada y motivada?».
Probablemente tendría como 50€. Lo cual no es mucho dinero, pero sí lo es escuchar eso muchas veces… No es necesariamente cierto.
¿Tengo algo de fuerza de voluntad?
Bueno, sí, por supuesto.
Pero si me pones un donut delante de la cara hay muchas posibilidades de que me lo coma.
No te voy a alargar y hacer que sigas leyendo mientras piensas «¡oh, dime el secreto!». Así que aquí está, mi truco súper secreto, que nunca me falla, para perder peso/ponerse en forma es… PLANIFICAR.
Antes de que pongas los ojos en blanco, decepcionado porque no es una poción mágica para perder peso, y salgas de aquí, escúchame…
Desafortunadamente, no, no hay una poción mágica.
La conclusión es que todo se reduce a comer sano y hacer suficiente ejercicio.
Si estás buscando el camino fácil para ponerte en forma, estás en el lugar equivocado.
No te voy a mentir y no hay una salida fácil. Sin embargo, si quieres ponerte en forma en serio, ¡te he pillado!
El truco es, ¿cómo conseguir que realmente lo hagas?
Entonces, que necesitas hacer exactamente para perder peso?
En primer lugar, tienes que calcular las macros/calorías que necesitas para alcanzar tus objetivos. Si contar las macros es demasiado extremo para ti, y quieres empezar de forma más sencilla con las calorías, usa una calculadora de calorías. Uno de los mayores problemas que veo que hace la gente es que estiman, y tienden a sobreestimar cuántas calorías creen que están quemando y a subestimar cuántas calorías creen que están comiendo.
Antes de entrar en los detalles sobre cómo y qué planificar exactamente, una gran manera de hacer un seguimiento de todo es conseguir un planificador y escribirlo. Se ha demostrado que anotar los objetivos y las intenciones aumenta el éxito en múltiples estudios. Además, hay montones de planificadores bonitos. Yo me compré la mía el año pasado, pero me toca una nueva y estoy pensando en comprarme esta.
1. Planifica lo que vas a comer, el día anterior
No puedo insistir en lo mucho que me ayuda esto. Siempre predico sobre el seguimiento de lo que comes (uso la aplicación MyFitnessPal), pero si te lo tomas realmente en serio, recomiendo poner todo en tu rastreador de alimentos el día ANTES.
Esto te permite ajustar lo que vas a comer para asegurarte de que se ajusta exactamente a tus objetivos.
El otro resultado, más importante, de hacer esto es que ya no tienes que pensar en qué comer al día siguiente.
Yo suelo dividir la mía en desayuno, almuerzo, cena, merienda y bebidas.
Puedes dividirlo de la forma que mejor se adapte a tu día.
La planificación elimina la necesidad de elegir. Elimina la necesidad de preguntarse «¿qué debo comer?» y lo cambia por «tengo hambre, es hora de comer el almuerzo que he planeado».
2. Preparación de comidas
¿Te has dado cuenta de que muchos «gurús del fitness» siempre publican sobre la preparación de comidas?
Es por una razón.
Tu fuerza de voluntad es mucho más probable que se rompa cuando te enfrentas a las opciones.
Imagina que estás cansada y hambrienta.
¿Qué es más probable que elijas?
¿Algo rápido y fácil, como la comida rápida o la pizza congelada, o vas a dedicar tiempo a prepararte una comida saludable?
Si eliges esto último, para ser sincera no tengo ni idea de por qué sigues leyendo esto, ya tienes una fuerza de voluntad de hierro…
Pero supongo que la mayoría de vosotros cogeríais algo rápido, fácil y probablemente súper insano.
Si te has gastado el tiempo y el dinero en hacer esas comidas, es mucho más probable que las comas. Si estás muy ocupado, hay servicios de preparación de comidas por ahí.
3. Mira el menú antes de salir a comer.
Muchos restaurantes y cadenas de comida incluyen la información nutricional en el menú y MyFitnessPal también incluye los restaurantes y cadenas de comida más populares.
Así que si vas a salir a comer, mira el menú con antelación.
Elige algo que se ajuste a tus objetivos macro/calóricos.
Cuando llegues al restaurante, ni siquiera cojas el menú, simplemente pide lo que has planeado.
4. Sólo compra lo que está en tu lista de la compra.
Compra sólo las cosas que se ajustan a las comidas que has planificado para ti.
Si no hay comida basura en casa, no puedes comerla.
Haz una lista antes de ir y luego haz una cola de abeja para esas cosas cuando llegues. Ah, y no vayas cuando tengas hambre.
5. Planifica qué días/horas vas a hacer ejercicio.
Al igual que la planificación de las comidas del día anterior, ésta elimina la necesidad de pensar y elegir.
Piensa en tu semana y en lo que tienes que hacer con antelación.
¿Cuáles son las horas más convenientes para realizar alguna actividad?
Si decides que vas a salir a correr el lunes, el miércoles y el viernes después del trabajo, entonces empieza a ser algo automático.
No tienes que llegar a casa y pensar si ‘te apetece hacer ejercicio hoy’.
6. Planifica tus entrenamientos.
¿Alguna vez has ido al gimnasio y has visto a esas personas que van de un lado a otro con la mirada perdida?
Si tienes pensado ir al gimnasio, asegúrate de saber qué vas a hacer cuando llegues.
Cuanto más específico sea, mejor, pero hazlo aunque sea un plan aproximado: «Mañana voy a hacer cardio durante 30 minutos, y luego voy a hacer piernas durante 30 minutos – 3 series de 10 repeticiones en cada máquina que elija».
Espero que esto te ayude. Como siempre, no dudes en enviarme un mensaje o comentar en Instagram si tienes alguna pregunta.